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Cómo afilar y afilar un cuchillo No hay nada más frustrante en la cocina que un cuchillo sin filo. No sólo hace que el trabajo de preparación sea una tarea y el producto final sea menos atractivo, sino que también es muy peligroso. Aquí está cómo mantenerlos afilados.
Mucha gente confunde el bruñido con el afilado, pero hay una clara diferencia. Ya hemos discutido el uso de una piedra de agua para afilar un cuchillo sin filo. Cuando afilas un cuchillo, estás removiendo activamente el material de la hoja, creando un nuevo y afilado borde biselado.
La cosa sobre el metal es que es maleable. Eso significa que con el uso regular en la cocina, ese delgado borde afilado puede tener abolladuras microscópicas que desvían la hoja de la alineación. Incluso si la hoja está afilada, puede sentirse opaca porque el borde afilado ha sido empujado hacia un lado, así:
Ahí es donde entra un acero de bruñir. Cuando se usa correctamente, un acero realineará el borde de la hoja de tal manera que la broca afilada esté toda orientada en la dirección correcta. Deberías acerar tu cuchillo cada vez que lo uses para asegurarte de que obtienes el mejor filo posible.
Cuando compre un acero, busque un modelo pesado de al menos 9 pulgadas de largo. Al igual que un buen cuchillo, un acero de alta calidad durará toda la vida. Las crestas pueden desgastarse con el tiempo, pero no se preocupe, sigue haciendo su trabajo.
Un acero de bruñir
Un acero de bruñido estándar está hecho de una varilla de acero que se recorta a lo largo de su longitud. Las crestas guían suavemente una hoja de nuevo en la alineación a medida que se dibuja el cuchillo sobre ella. Un acero normal debe ser usado todos los días antes de usar el cuchillo.
Un diamante de acero
Un acero diamantado tiene una longitud más plana que está cubierta de polvo de diamante. A diferencia de un acero normal que enderezará una hoja pero no quitará ningún material, un acero de diamante en realidad afeitará una fina capa de su cuchillo mientras lo usa. No es bueno para el uso diario, pero puede extender la vida útil de su cuchillo entre las sesiones de afilado.
Paso 1: Comienza en el talón
La mayoría de los principiantes encuentran que el agarre vertical es el más fácil. Sostén el mango del acero y planta la punta en tu tabla de cortar. Coloca el talón del cuchillo contra la parte superior del acero en un ángulo aproximado de 15-20 grados.
Paso 2: Terminar en la punta
Aplicando sólo una ligera presión, baje el cuchillo por el acero, usando toda la longitud del mismo, y tirando a través de toda la longitud del cuchillo, manteniendo un ángulo constante.
Paso 3: Comenzar el segundo lado
Sostenga el talón del cuchillo contra el otro lado del acero, de nuevo en un ángulo de 15 a 20 grados.
Paso 4: Terminar el segundo lado
Arrastra la hoja del cuchillo a través del acero hasta que la punta del cuchillo y la punta del acero se encuentren. Repita con ambos lados hasta que la hoja esté afilada, normalmente unos 8 golpes por lado.
Paso 5: Método avanzado
Para los cocineros más avanzados, una sujeción flotante como esta (mostrada aquí con un diamante de acero) es más rápida, y no requiere usar el espacio de la tabla de cortar. Sin embargo, es más difícil de controlar.
Sostenga el acero en posición horizontal con su mano no cuchillera, y coloque el talón de la cuchilla contra la base del acero.
Paso 6: Continuación del método avanzado
Tire del cuchillo a través del acero, manteniendo un ángulo de 15 a 20 grados hasta que la punta del cuchillo se encuentre con la punta del acero. Repita en el segundo lado. Su cuchillo debe estar ahora perfectamente alineado.
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